METRICOOL

lunes, 1 de mayo de 2023

TRES VIEJOS LIBROS




Repasando en los viejos volúmenes de mi biblioteca, encontré tres ejemplares en los que suelo refugiarme con cierta periodicidad. No son grandes obras, pero me escuchan sin juzgarme, cuando ahogado en dudas recurro a ellos buscando respuestas.

Quizá sea por mi mala cabeza, mi mala suerte, mi exigencia o, en ocasiones, mi impertinencia, pero como hombre y mortal, a veces soy pecador y caigo ante tentaciones de las que es mejor guardar buenos recuerdos que arrepentirse, pues en su goce estuvo el pecado y en el placer la penitencia.

En ocasiones me da por hacer anotaciones, pequeños apuntes, breves reseñas que me ayuden a recordar esa fantasía que mi mente imaginó o ese prohibido placer que mi carne disfrutó, en el tálamo compartido con la lujuria y la lascivia como silentes testigos.

Y cuando tengo algo de tiempo, ese bien tan preciado y muchas veces infravalorado, cosa que no ocurre con frecuencia, lamentablemente para mí, repaso esas ideas garabateadas y, con los ojos cerrados, recreo la escena fantaseada o, con evocadoras profundas inspiraciones saboreo el regusto del goce disfrutado y compartido y, con serena paciencia, intento darle forma a través de las letras configurando, humildemente, mis propios tres viejos cuadernos.

De esta forma acumulo, cual Diógenes, recuerdos y fantasías que se mezclan en mi mente y, a la par que me complacen me confunden. La imaginación es poderosa en la mente inquieta y el cuerpo que desea y, cuando se activa, empieza una espiral sin fin en la que en cada giro aumenta la velocidad, aumenta el radio, aumenta la estela, aumenta el deseo y el cuerpo despierta. Placer mental que se retroalimenta al calor que la tinta de la pluma deja sobre el papel según se dibujan las letras que describen la mental escena.

Y mi inconformismo me lleva a leer y releer lo ya escrito buscando pulir rebabas y abrillantar detalles, en los que me sumerjo, en apnea imposible que me priva del vital aire a la par que la más primitiva de las excitaciones se apoderan de mi voluntad, derivándome, cuál náufrago exhausto, a esa isla desierta en la que mi masculinidad no conoce la vergüenza y se yergue desafiante en mi regazo mientras termino de dar forma al texto, sobre el que queda algún borrón de tinta cuando mi pulso tiembla por la excitación que mi cuerpo acumula dejando el mismo muestras de gotas traslúcidas que involuntariamente mi miembro expulsa.

Llega el calor, la respiración agitada, el corazón acelerado, los sofocos, la salvaje excitación de sentir el aire acariciando mi cuerpo desnudo sentado frente al escritorio y las palpitaciones bajo mi vientre manteniendo erguido mi sexo que clama por ser liberado en tan agónica escena.

Y en placentera sincronía, al tiempo que los protagonistas de mi calenturienta… ¿fantasía?, ¿recuerdo?, quizá fusión de las mismas, se retuercen de placer cuando les asalta el clímax, mi cuerpo les acompaña fundiéndose en un compartido éxtasis que hace que me abandone hasta recuperar la cordura.

Perdón por la impostura si acaso mi elucubración no fue de tu interés, más sólo pretendía buscar refugio, como decía al principio, quizá de mis propios demonios. No desaprovecharé la ocasión para invitarte a que eches un vistazo a mis tres viejos e incompletos cuadernos, con la advertencia de que no pretenden ser nada, sólo un pequeño refugio para mi pecadora alma.

 

domingo, 30 de abril de 2023

VIERNES




Es viernes, y el cuerpo lo sabe. Dame los buenos días como sólo tú sabes hacerlo.

 

sábado, 29 de abril de 2023

DELICADA FLOR




La tarde trascurrió sin nada que interrumpiera nuestra cómplice intimidad. Juegos de besos, miradas e insinuaciones que, como era de prever, fueron caldeando el ambiente y subiendo un puntito el grado de lujuriosa provocación que iba in crescendo, lenta pero inexorablemente.

Hasta que me vi, con el cuerpo desnudo y las ganas desaforadas. Hasta que te vi, con un ligero sweater que apenas tapaba tu ombligo, como única vestimenta.

Y me retaste, dándome la espalda y mostrándome las redondeces de tu anatomía. Las mismas que aceleraron mi pulso, entrecortaron mi respiración, desbocaron mis deseos y enardecieron mi masculinidad.

Respondí a tu reto deslizando mi mano entre tus muslos, mientras mi brazo rozaba con los cachetes de tus nalgas.

Y al posar mi mano en tu delicada flor, elevaste tus talones poniéndote de puntillas, en un instintivo gesto de íntima protección. Más no temiste cuando con hábiles giros de tus caderas acomodaste la palma de mi mano sobre tu tesoro.

Y suspiraste, y te frotaste, y gemiste.

Y tus pétalos se abrieron impregnándome de tu sabroso néctar, justo en el momento en que vientre se contraía rítmicamente en cálidas oleadas de placer.

 

viernes, 28 de abril de 2023

ESPALDA




Buscando mi refugio me acordé de ti. ¿Vienes?

 

jueves, 27 de abril de 2023

BUENOS DÍAS




Vamos a darnos los buenos días como merecemos. ¿Te apetece?

 

miércoles, 26 de abril de 2023

NUDOS




Nudos imposibles de cuerpos desnudos. Profundas sensaciones en sexos fundidos.

 

martes, 25 de abril de 2023

EDREDÓN




Abrázame antes de que escondamos nuestros desnudos cuerpos bajo el edredón que te protege.

 

lunes, 24 de abril de 2023

QUIETUD




No te muevas, sólo aprieta. Y así fue como me sentí prisionero entre tus muslos.

 

domingo, 23 de abril de 2023

PEREZA




Nunca supe hacer pereza, hasta que me perdí entre tus muslos.

 

sábado, 22 de abril de 2023

DOMINGO AL ALBA





Amanece el madrugador día,

con su luz impertinente al alba.

Despierta mi cuerpo de hombre,

cubierto bajo las sábanas.

Las flores abren sus pétalos,

al son que la claridad marca.

Inspiro y huelo a café,

con mi boca aún sellada.

Te busco y no estás aquí,

y mi corazón se para.

Cierro los ojos y veo,

tu desnuda belleza larga.

Te quiero, te siento,

te añoro, me faltas.

Apareces, te tumbas,

me besas, me alcanzas.

Te cruzas, me montas,

te cubro, cabalgas.

Y las flores lloran el almizcle

que nuestros cuerpos manan.

Domingo al alba.

LA TÉNUE LUZ DEL ALBA

La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...