Baño relajante con pétalos de rosa. Agua caliente que calienta
nuestros cuerpos. Roces, besos y caricias. Íntimo encuentro bajo el agua.
Placer húmedo.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Baño relajante con pétalos de rosa. Agua caliente que calienta
nuestros cuerpos. Roces, besos y caricias. Íntimo encuentro bajo el agua.
Placer húmedo.
Me encanta despertar por el roce de tu piel, por el calor de tu
cuerpo, por el olor de tu sexo. Deja que mordisquee tu cuello mientras me
sientes tras de ti y, de costado, te abrazo por la espalda. Deja que masajee
tus senos, mientras ronroneas apartando la cabeza a un lado para que pueda seguir
mordisqueándote los hombros. Siente como crezco al roce de tu piel, ejerciendo
entre tus muslos una excitante presión. Deja que deslice mi mano por tu
abdomen, bajando por tu ombligo, hasta llegar a tu nidito de rizos, para
juguetear con ellos, mientras tu cuerpo comienza a despertarse con los cálidos
fluidos de la excitación.
Dime que sí e invertiré todas mis fuerzas porque esta noche sea tu
noche más placentera.
Inspira hondo, huele mi piel, dime que sí.
Geometrías imposibles de ángulos agudos.
Rincones, esquinas, huecos y émbolos, que se ciñen al cilindro
haciendo el vacío, rellenando al completo, provocando el placer.
No es empujar, es acompañar.
No es someter, es supervisar.
No es utilizar, es compartir.
No es empotrar, es satisfacer.
Es tu placer.
Es mi gozo.
Es tu clímax.
Es mi todo.
Qué mejor amanecer que despertar contigo.
Qué mejor amor que la pasión al alba.
Qué mejor café que el compartido.
Un baño al ocaso,
desnudo te espero.
Rojizo horizonte,
caliente deseo.
Se enerva mi miembro,
viniendo te veo.
Entra en el agua,
abraza mi cuerpo,
besa mis labios,
cabalga sin miedo.
Empuja, no te vayas, me dijiste, mientras te contraías abrazando
mi erección con tu íntima flor.
Empujé, te acompañé, te inundé, te complací cuando al unísono
caímos aturdidos por la intensidad del clímax.
Agarra con fuerza
la dureza que eliges,
prepara tu cuerpo
para recibirme.
Susurra, disfruta,
gime, babea,
empapa mi hombría,
descarga mi esencia.
Las sábanas huelen a mí. Todavía mantienen mi calor. Ven a mi lado
y compartamos un café, una lectura, una pasión.
Feliz sábado.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...