METRICOOL

miércoles, 10 de mayo de 2023

OFRECIMIENTO



Y tras ofrecerme a tu voluntad, con tus muslos sedientos drenaste mi miembro, hasta dejarme completamente seco.


 

martes, 9 de mayo de 2023

EMPUJA



Empuja con fuerza, me pediste. Y clavándome en lo más profundo de tu cuerpo, nuestros sexos comenzaron a palpitar sincrónica y rítmicamente.


 

lunes, 8 de mayo de 2023

SED



Debí suponer que un café no apagaría tu sed. Que un beso no calmaría tu hambre. Que un abrazo no saciaría tus ganas de mí. Y prisionero de tus muslos nos abandonamos al placer.


 

domingo, 7 de mayo de 2023

ESTRELLAS



Te llevé a ver las estrellas y, tras la pasión a la luz de la luna, amanecimos gozosos al alba.


 

sábado, 6 de mayo de 2023

RAZONES



Sólo dame una razón para que no te deje montarme, para que te prive de mi cuerpo, para que te niegue el placer.


 


 

viernes, 5 de mayo de 2023

LENGUA




Si ya me gusta que me abraces, sentir tu lengua en mi piel no sabes lo que me provoca.

 

jueves, 4 de mayo de 2023

ASIENTE


¿Me dejas darte los buenos días? No hace falta que digas nada, un gemido será suficiente muestra de libre consentimiento.

 

miércoles, 3 de mayo de 2023

PENSAMIENTOS INAPROPIADOS




¿Los compartimos?

 

martes, 2 de mayo de 2023

TRAS LA SIESTA




Mañana de domingo, en la que compartimos un paseo por el Retiro, risas, confidencias, sorpresas agradables aliñadas al sol en una terraza con unas cervezas y unas tapas. El verano amenaza con ese sopor por el calor y nos lleva a refugiarnos en casa. Nos dormimos una siesta reconfortante y relajada, en la que nuestros desnudos cuerpos se respetan, a pesar de los inevitables roces, alguna caricia robada y besos cómplices. Despierto y duermes. Voy a la cocina a por un vaso de agua y al regresar contemplo tu estampa. Me descubres yendo hacia ti, me miras fijamente y percibes ese brillo en mis pupilas que delatan el placer que deseo hacerte sentir. No articulas palabra, pero los gestos hablan. Y si el deseo invade mi sexo, tus muslos abrasan. Me acerco y me acoges, me alcanzas y tiras de mí hacia ti como esa pantera que alcanza su presa, celosa por devorarla. Y la lucha empieza, suenan timbales al ritmo que las ansias nos marcan. Los sexos despiertan, y se enervan, se crecen, se abren, se mojan. Los gemidos invaden la sala, los gruñidos caen sobre la almohada, los cuerpos se baten en lid sofocada. Y afloran sudores, saliva, fluidos que provocan que nuestras pieles resbalen. Y entro hasta tú más profundo interior extrayendo de ti tu mejor néctar. Me clavas las uñas, me estiro, me anudas con tus muslos, te empujo, te arqueas, me tenso, me atrapas, te giras, me montas salvaje. Y en brutal cabalgada jadeas al límite, hasta saciar tu sed, hasta alcanzar tu clímax, hasta hacerme gruñir, hasta exprimir mi más masculina dureza. Caes sobre mi pecho, te acojo, te beso, te mimo, te cuido, te calmo, te abrazo.

 

lunes, 1 de mayo de 2023

TRES VIEJOS LIBROS




Repasando en los viejos volúmenes de mi biblioteca, encontré tres ejemplares en los que suelo refugiarme con cierta periodicidad. No son grandes obras, pero me escuchan sin juzgarme, cuando ahogado en dudas recurro a ellos buscando respuestas.

Quizá sea por mi mala cabeza, mi mala suerte, mi exigencia o, en ocasiones, mi impertinencia, pero como hombre y mortal, a veces soy pecador y caigo ante tentaciones de las que es mejor guardar buenos recuerdos que arrepentirse, pues en su goce estuvo el pecado y en el placer la penitencia.

En ocasiones me da por hacer anotaciones, pequeños apuntes, breves reseñas que me ayuden a recordar esa fantasía que mi mente imaginó o ese prohibido placer que mi carne disfrutó, en el tálamo compartido con la lujuria y la lascivia como silentes testigos.

Y cuando tengo algo de tiempo, ese bien tan preciado y muchas veces infravalorado, cosa que no ocurre con frecuencia, lamentablemente para mí, repaso esas ideas garabateadas y, con los ojos cerrados, recreo la escena fantaseada o, con evocadoras profundas inspiraciones saboreo el regusto del goce disfrutado y compartido y, con serena paciencia, intento darle forma a través de las letras configurando, humildemente, mis propios tres viejos cuadernos.

De esta forma acumulo, cual Diógenes, recuerdos y fantasías que se mezclan en mi mente y, a la par que me complacen me confunden. La imaginación es poderosa en la mente inquieta y el cuerpo que desea y, cuando se activa, empieza una espiral sin fin en la que en cada giro aumenta la velocidad, aumenta el radio, aumenta la estela, aumenta el deseo y el cuerpo despierta. Placer mental que se retroalimenta al calor que la tinta de la pluma deja sobre el papel según se dibujan las letras que describen la mental escena.

Y mi inconformismo me lleva a leer y releer lo ya escrito buscando pulir rebabas y abrillantar detalles, en los que me sumerjo, en apnea imposible que me priva del vital aire a la par que la más primitiva de las excitaciones se apoderan de mi voluntad, derivándome, cuál náufrago exhausto, a esa isla desierta en la que mi masculinidad no conoce la vergüenza y se yergue desafiante en mi regazo mientras termino de dar forma al texto, sobre el que queda algún borrón de tinta cuando mi pulso tiembla por la excitación que mi cuerpo acumula dejando el mismo muestras de gotas traslúcidas que involuntariamente mi miembro expulsa.

Llega el calor, la respiración agitada, el corazón acelerado, los sofocos, la salvaje excitación de sentir el aire acariciando mi cuerpo desnudo sentado frente al escritorio y las palpitaciones bajo mi vientre manteniendo erguido mi sexo que clama por ser liberado en tan agónica escena.

Y en placentera sincronía, al tiempo que los protagonistas de mi calenturienta… ¿fantasía?, ¿recuerdo?, quizá fusión de las mismas, se retuercen de placer cuando les asalta el clímax, mi cuerpo les acompaña fundiéndose en un compartido éxtasis que hace que me abandone hasta recuperar la cordura.

Perdón por la impostura si acaso mi elucubración no fue de tu interés, más sólo pretendía buscar refugio, como decía al principio, quizá de mis propios demonios. No desaprovecharé la ocasión para invitarte a que eches un vistazo a mis tres viejos e incompletos cuadernos, con la advertencia de que no pretenden ser nada, sólo un pequeño refugio para mi pecadora alma.

 

LA TÉNUE LUZ DEL ALBA

La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...