Te llevé a ver las estrellas y, tras la pasión a la luz de la
luna, amanecimos gozosos al alba.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Te llevé a ver las estrellas y, tras la pasión a la luz de la
luna, amanecimos gozosos al alba.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
El romanticismo también hace buena pareja con el deseo...
ResponderEliminarSon perfectamente compatibles, romanticismo, deseo y pasión.
Eliminar