Y tras ofrecerme a tu voluntad, con tus muslos sedientos drenaste
mi miembro, hasta dejarme completamente seco.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Y tras ofrecerme a tu voluntad, con tus muslos sedientos drenaste
mi miembro, hasta dejarme completamente seco.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario sincero sobre lo que te ha parecido el relato. Lo leeré con mucha atención. Gracias.