La noche ha caído y el deseo aumenta. Oscuridad y celo van de la mano bajo las sábanas mudas que presencian nuestro encuentro. Noche de besos.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
METRICOOL
viernes, 13 de enero de 2023
NOCHE DE BESOS
La noche ha caído y el deseo aumenta. Oscuridad y celo van de la mano bajo las sábanas mudas que presencian nuestro encuentro. Noche de besos.

jueves, 12 de enero de 2023
LUNES
Todos los lunes anuncian la entrada de una nueva semana, y como todo lo que comienza, se anuncia tierno, inocente, dulce, y poco a poco va ganando intensidad, pasión, color, despertando bajo nuestros ombligos deseos carnales. Los besos suaves mutan en apasionados ósculos que provocan que de los manantiales de los rincones privados de nuestros cuerpos manen los más exquisitos elixires. Besos que guían las caricias, caricias que prenden fuego la hoguera que se intuye en el vértice donde convergen nuestros muslos. Calor que nubla nuestro entendimiento, dando paso a la lujuria desatada que se apodera de nuestra voluntad, deseando celebrar la comunión de la mortal carne, primitivo rito en el que los cuerpos de los amantes se funden en uno solo.

miércoles, 11 de enero de 2023
HO..., HO..., HO...
Como todos años por estas fechas, ya he leído las cartas que, niños y mayores, me envían y en las que me manifiestan los regalos que les gustarían recibir. Miramos con distancia los tiempos pasados, y ponemos la vista en el horizonte del nuevo año que estamos a punto de estrenar. Pero no me pondré melodramático, son fechas de celebraciones, de reencuentros, de festejar la amistad y estrechar lazos con los más próximos.

martes, 10 de enero de 2023
NUBES
¿A qué huelen las nubes?, no lo sé. Lo que sí sé es el embriagador y excitante aroma que desprenden tus bragas. Excitante escena la que se produce cuando, sentados frente a frente y mirándote fijamente a los ojos, te pido que me entregues tu íntima prenda. Más excitante todavía es disfrutar de la escena al ver cómo, con disimulo y habilidad, y sin distraer tu mirada de mis ojos, las desencajas de tus nalgas y deslizas por tus piernas, sacándolas con cuidado de tus pies, vestidos con zapatos de tacón. Aumenta la excitación cuando, generosamente, las pones en mis manos e inevitablemente, las llevo a mi nariz, para inspirar profundamente ese almizcle, esa brea, ese incienso, ese almíbar que, sutilmente impregna la blonda de tu prenda.
Más que suficiente para enervar mi miembro, que
impertinente abulta visiblemente mi bragueta. Erección en la que fijas tu
mirada y, descarada, separas tus muslos, mostrándome sin vergüenza tu sexo que,
expectante, brilla por la humedad que de tu interior aflora.
Nuestros ojos dicen lo que nuestros labios callan,
nuestros sexos gritan.
Te tiendo la mano, la coges, me acompañas, sabiendo lo
que te depara e intuyendo que, quizá, caigas presa de mi deseo y tu libido
antes de franquear el umbral del dormitorio.
¿Vamos?

lunes, 9 de enero de 2023
TU AMANECER
Si ayer fui yo el débil hombre que no pudo contener su excitación cuando el alba interrumpió mi descanso, hoy eres tú la que amaneces encendida cual hoguera, albergando en tu interior las brasas candentes de la pasión por satisfacer.

domingo, 8 de enero de 2023
AMANECER SOLITARIO

sábado, 7 de enero de 2023
TARDE DE DOMINGO

viernes, 6 de enero de 2023
AMANECERES
Hay amaneceres encendidos, otros perezosos. Hay mañanas enérgicas, otras relajadas. Hay despertares acompañados, otros solitarios. Pero cuando el alba nos sorprende encendidos, enérgicos y acompañados, los astros se alinean, quizá por el recién estrenado solsticio de verano, tornando nuestras pieles sensibles a los dulces estímulos de la persona que ha compartido luna y lecho con nosotros. Esa misma persona que, justo después de comenzar la vigilia que la luna impone y, cuando baña con su brillo sordo los cuerpos desnudos, comienza el íntimo ritual del acercamiento prudente, buscando paso entre los muslos, buscando calor en los rincones, buscando la humedad del manantial, buscando la lanza erguida a la que asir el deseo por colmar.
Y tras satisfacer, bajo la mirada discreta de las estrellas, los deseos más inconfesables, el descanso merecido nos llevó de la mano hasta la luz impertinente del incipiente sol, del despertar del día, que nos sorprendió encendidos, enérgicos y acompañados, llevando nuestros cuerpos a ese estado de excitación serena, tranquila, mantenida, que nos hace deslizarnos sobre las sábanas buscando la aterciopelada piel, el dulce calor, la untuosa humedad y la candente rigidez.
Hasta sentirte montada sobre mi muslo, a horcajadas,
frotando tu pubis contra mi cuádriceps, mientras boqueas como un pececito
besándome el pecho, el cuello, el rostro. Mientras acaricio tus nalgas y tu
espalda con las yemas de mis dedos, mientras arañas con tus pezones mi torso.
Somnolientos placeres que aumentan el calor, mientras la intensidad de la luz
sube, mientras el deseo se desborda cuando llego a sentir mi muslo mojado al
ritmo de tus vaivenes, al compás de tus gemidos, al son de las palpitaciones de
mi miembro erecto y salido.
Hasta voltearte y ponerte boca abajo, separando tus
muslos con una rodilla y descansando mi cuerpo sobre ti, sujetando tus manos
por encima de tu cabeza, buscando con mi ariete la forma de entrar en ti a la
vez que arqueas tus caderas y elevas tu redondo culo.
Místico encuentro el que se da cuando tu cuerpo me
recibe, abriéndose al paso de mi verga que te invade hasta lo más profundo. Cuerpos
inmóviles que en tántrico encuentro yacen, sintiendo y disfrutando de la
quemazón de nuestros sexos, de las palpitaciones, contracciones y temblores de
tus músculos vaginales sobre mi duro miembro.
Y empujo con fuerza tras los minutos de sincronización
de nuestros sexos, entrando un poquito más en ti, sintiendo en mis testículos
tu deliciosa humedad. Y gimes, retorciéndote y comenzando a agitar tus nalgas,
dibujando diabólicos círculos y vaivenes, estrujándome la verga en tu interior
cuando presiono contra tus nalgas mi cintura.
Hasta que comienza el salvaje ritual del sexo animal y
primitivo, retirándome de tu interior con lentitud para desesperación de tu
coño ardiente, que busca y pretende tenerme prisionero cuando solo sientes mi
glande entre tus labios vaginales.
Lanzando tu culo hacia atrás, queriendo recuperarme,
cuando avanzo con fuerza, penetrándote de forma brutal pero sin dificultad por
tu generosa lubricación.
Y mis huevos chocan contra tu cuerpo una y otra vez, y
tus jadeos me arrancan gruñidos de placer cuando mordisqueo tu nuca y siento
como te contraes sobre mí.
Y suplicas, y ruegas por tu clímax, y te ayudo
masturbando tu turgente clítoris con mi mano que acabo de deslizar bajo tu
vientre, hasta que siento que te abandonas al abismo del placer sublime con
jadeos explícitos, momento que aprovecho para, con unas rápidas e involuntarias
culeadas, regar tu interior con el néctar lechoso de mi masculinidad.
Y se hizo el día, y se calmaron las ganas, y se abrió
el apetito.
Preparo café, una ducha, la prensa, desayuno en la
cama.
¿Hay mejor manera de comenzar un domingo?

jueves, 5 de enero de 2023
DESVELADO
Aún no sé muy bien por qué, pero apenas eran las cinco y media cuando, desvelado, me levanté a beber un vaso de agua. Hasta entonces había dormido profundamente, no en vano, mi cuerpo había quedado exhausto después de habernos complacido mutuamente en varias ocasiones. Anoche estabas especialmente excitada y nada parecía satisfacerte por completo. Fue un intercambio apasionado de miradas, besos, caricias y orgasmos, a los que llegamos, al principio, cada uno por un lado, pero más tarde de manera perfectamente sincronizada.

miércoles, 4 de enero de 2023
MONOTONÍA
Deseosa y curiosa por el qué se sentirá cuando me adueñe de tu cuerpo, siempre con el fin de proporcionarte el más exclusivo de los placeres.
Cuando tu memoria recuerda nuestro último encuentro, en el que te ejercitaste para tomar consciencia de tus músculos internos y, sorprendida, comprobabas el placer que eras capaz de sentir, contrayéndolos y relajándolos, obedeciendo la cadencia que mis susurros te marcaban.
Siempre con la sensación de desear seguir, según experimentabas el calor en tu entrepierna, el aumento de fluidez en tu interior, el desplegar de tus pétalos tímidamente, la progresiva turgencia de tu clítoris, la quemazón de tu esfínter.
Acompañando cada contracción con una cálida oleada de placer que invadía tu bajo vientre, con un gemido inconsciente, hasta que, sin preverlo, tu sexo palpitaba rítmicamente y un impertinente orgasmo se adueñaba de tu voluntad.
Y quedando satisfecha, pero con ganas de más, te preguntabas ¿Cuál será el siguiente paso?
Y hoy quieres saberlo, y sentirlo, y probarlo, y disfrutarlo. Y sabes que, en nuestro íntimo y consentido encuentro, tu cuerpo gozará el placer de lo exquisito y, contrayendo y relajando, deseará sentirse invadido, sensación intensa y excitante que, con tu predisposición y confianza te llevará a un clímax sibarita.
No me hagas desesperar, estoy impaciente por hacerte disfrutar. ¿Vienes ya?

LA TÉNUE LUZ DEL ALBA
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
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El calor tropical de la noche no nos hubiera dejado dormir si no hubiera sido por nuestro tórrido final de velada. Después de cenar y de h...
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Huele el olor del cuero del columpio. Siente la dureza del cuerpo que te llena. Mueve con brío tus poderosas caderas, mientras con tus talon...
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Hay días que, cuando la luz me llama a despertar, mi cuerpo te extraña. Mañanas en que mi sensible piel está más sensible todavía. Tengo la ...