METRICOOL

miércoles, 25 de enero de 2023

MAÑANA DE DESAYUNO


Después de noches de pasión, llegan mañanas de romántico encanto. Tras el desvelo, por ejecutar con la mayor perfección el rito de la cópula animal, llega la luz del alba, que nos despierta y recuerda, desde el estómago, que debemos reponer energías. Y te veo preparando nuestro desayuno, y no puedo evitar abrazarte por la espalda y besar tu cuello, mientras sonríes divertida. Sospecho que te gusta sentirme en tu espalda, aún vestido, tanto como a mí me gusta sentir la tuya. Y tu calor…, y tu olor…, y tu sabor. Y el tejano comienza a incomodarme, tanto más cuanto más se despierta mi sexo dormido. Y lo sientes en tus nalgas, que mueves juguetonamente despertando la ira de Eros. Y mientras mordisqueo tus hombros desabotono tu blusa. Y mientras desabotono tu blusa, desabrochas mi vaquero. Y mientras desabrochas mi vaquero, acuno tus pechos con las palmas de mis manos. Y mientras acuno tus pechos con las palmas de mis manos, liberas mis atributos sobre el elástico del bóxer. Y mientras liberas mis atributos sobre el elástico del bóxer, pinzo tus pezones turgentes. Y mientras pinzo tus pezones turgentes, masajeas mis testículos y agitas mi verga. Y mientras masajeas mis testículos y agitas mi verga, aparto el elástico de tus braguitas. Y mientras aparto el elástico de tus braguitas, diriges mi pene a tu húmedo coñito. Y mientras diriges mi pene a tu húmedo coñito, empujo y froto tu vulva con mi glande. Y mientras empujo y froto tu vulva con mi glande, apoyas una pierna sobre la mesa. Y mientras apoyas una pierna sobre la mesa, empujo y me deslizo por tu interior hasta y el fondo de tu cuerpo. Y gimes. Y jadeo. Y embisto. Y te retuerces. Y me mojas. Y gruño. Y nos corremos como si hiciera siglos que nos deseáramos y no nos hubiéramos visto…

Y abandono tu interior todavía goteando. Y por tus muslos resbalan restos del licuado néctar. Y te vuelves y me besas. Y te abrazo. Y traviesa, me riñes: “se va a enfriar el café”. Y te contesto: “lo pondremos entre nuestros muslos”, y una carcajada escapa de tu garganta mientras sirves la leche. ¿Desayunamos?

2 comentarios:

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