De nuevo, recordando historias del pasado, vino a mi cabeza la cantidad de originales museos con los que me he tropezado en mis viajes. Pero, quizá, uno de los más originales sea el que con este pequeño vídeo ilustro estas letras. Ahí encontrarás curiosidades sobre ellas, diferencias morfológicas y anatómicas, funciones fisiológicas y demás información a cuál más interesante. Confesaré que me resulta inevitable reaccionar, como varón, casi diría que como macho, con la connotación primitiva que el término tiene, ante los recuerdos que, como fotogramas de super 8, desfilan por mi mente. Ahondaré un poco más, si me lo permites, pues no solo es el recuerdo de su imagen, a veces tímido y replegado, frente a otras espléndidamente desplegado y brillante, sino el de su tacto, extremadamente suave y en ocasiones, viscosamente resbaladizo por la aparición de la excitación, el aroma que desprende, que potencia mi brutalidad masculina -reacción más salvaje incluso-, pero sobre todo es el recuerdo de la sensación del contacto con mi cuerpo, cuando, en tu predisposición, asías con deseo mi miembro para masturbarte con él, recogiendo y extendiendo, con la hinchada cabeza brillante, tus jugos endiabladamente placenteros, hasta que, presa de tu propia incontrolable excitación, me consumías por completo exprimiéndome en tu interior.
En fin, volvió a pasar. Mi imaginación me llevó a terrenos que mi piel desea. Aunque quizá sí que pasó. ¿Lo recuerdas?
Me encantaría,recordar....más aún no puedo recordar
ResponderEliminarHaz memoria.
EliminarTus relatos son además de adictivos todo un aprendizaje. ¿Quién se iba. Imaginar un museo así? Ainssss ese diablillo que siempre anda revuelto...
ResponderEliminarA veces la realidad nos sorprende. Muchas gracias.
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