Huele el olor del cuero del
columpio. Siente la dureza del cuerpo que te llena. Mueve con brío tus
poderosas caderas, mientras con tus talones me aprisionas por las nalgas.
Derrama sobre mí el dulzor de tu elixir, acógeme en tu húmedo calor. Sin
piedad, vacíame en tu interior.
A veces debemos sacar nuestros demonios para recibir la merecida penitencia...😈🌹
ResponderEliminarY hay penitencias extremadamente placenteras.
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