Despierto
temprano y busco mi soledad. Playa escondida y desierta donde dejar que mi
cuerpo disfrute desnudo de los primeros rayos de sol. Baño furtivo mientras el
sol se despereza. Libertad de sentir el agua acariciando hasta el último
centímetro de mi piel. Inspiro y escucho el rumor de las olas en la playa.
Siento paz y en ese momento te recuerdo durmiendo y pienso si no hubieras
preferido que te despertara para compartir juntos este momento. Para jugar
entre las olas, para abrazarnos desnudos en el agua, para robarnos besos
salados, para hacer cómplice al astro rey de la ardiente pasión de nuestros
cuerpos en ese idílico lugar, para abandonarnos al amor, para sentirnos en
plenitud, para luchar por el placer en la guerra del lascivo encuentro. ¿Te
despierto y vienes?
Me encantan las sorpresas.
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