El aroma de mi perfume trajo a tu
memoria sucios y libidinosos sueños en los que nosotros éramos los protagonistas.
Mantuviste la compostura hasta que la calentura de tu entrepierna reclamó las
caricias de tus dedos. Húmedo placer el de tu cuerpo bajo tus delicadas
braguitas.
El aroma más embriagador es el de la propia piel, cada persona es única...
ResponderEliminarCierto, cálido y aterciopelado aroma.
Eliminar