Hay tardes en las que nos fundimos en un abrazo. Hay abrazos que
se convierten en nudos. Hay nudos de piel y deseo, de calor y humedad, de
ansiada pasión.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Hay tardes en las que nos fundimos en un abrazo. Hay abrazos que
se convierten en nudos. Hay nudos de piel y deseo, de calor y humedad, de
ansiada pasión.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
Hermoso sentirse atad@ por unos brazos y una envolvente piel...
ResponderEliminarSin ninguna duda es la mejor atadura.
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