METRICOOL

sábado, 12 de agosto de 2023

DÉJAME


Déjame que suelte el corchete de tu sostén blanco, que libere esos hermosos senos que se adivinan revoltosos, déjame que disfrute de cómo saltan celebrando su libertad.

Déjame que deslice dos deditos entre la levedad de la tela de tu braguita y tus caderas, que las deslice por tus piernas, por tus muslos, por tus rodillas, hasta sacarlas por tus pies.

Déjame que piense en ti, en tu cuerpo, en tu voz, en tus manos buceando entre tus muslos, en tus caricias furtivas, en tus gemidos ahogados, en tus pezones erectos.

Déjame buscar mi sexo erguido, hinchado, turgente, caliente, rígido, salido, deseoso de liberar la tensión que le produce la esencia que le rebosa al verte desnuda en mi mente.

Déjame que lo agite, imaginando tu aroma, imaginando la humedad de tu delicado rincón, imaginando las contracciones de tu vientre al saberse tu sexo excitado y provocado.

Déjame que me derrame, que mi volcán entre en erupción, que explote en mi clímax, que comparta en mi mente mi placer contigo.

Déjame desfallecer exhausto sobre tu cuerpo satisfecho.

Déjame.


 

2 comentarios:

  1. Una única palabra que puede contener tanto placer...

    ResponderEliminar

Deja tu comentario sincero sobre lo que te ha parecido el relato. Lo leeré con mucha atención. Gracias.

LA TÉNUE LUZ DEL ALBA

La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...