Tenía ganas de comer y decidí comerte a ti. Pero antes quise
enfriar tu piel. Bocado templado.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Tenía ganas de comer y decidí comerte a ti. Pero antes quise
enfriar tu piel. Bocado templado.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
Una mezcla de ardiente deseo y escalofrío en la piel...
ResponderEliminarCombinación explosiva.
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