Hay bocados que nunca quitan el hambre. Al contrario, despiertan
la gula de la carne.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Hay bocados que nunca quitan el hambre. Al contrario, despiertan
la gula de la carne.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
Hay bocados que erizan la piel y despiertan sensaciones...
ResponderEliminarEsos bocados son los que nunca queremos dejar de dar.
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