METRICOOL

martes, 21 de noviembre de 2023

EL COLUMPIO



Hoy me entraron ganas de hacer travesuras, hice una pequeña regresión a mi más tierna infancia, pero, como en anteriores ocasiones, mi fantasía y mi memoria me jugaron una mala pasada.

Me apetecía columpiarme, como cuando era niño, solo que, entre vaivén y vaivén, mientras lo imaginaba, reparé en que mis caderas iban imitando tan rítmico y lujurioso movimiento, y claro, entonces mi imaginación se disparó, volando y recreando muchas maneras de disfrutar de un columpio, pero compartiéndolo.

Te imaginé a ti, desnuda sobre el columpio y me imaginé yo, ayudándote en el vaivén, solo que, en vez de empujarte desde tu espalda, estaba frente a ti, y te ayudaba con perversos empujoncitos.

De repente volví a la realidad y una sonrisa se dibujó en mis labios, no sin antes pensar que prefiero compartir columpio contigo ahora, que columpiarme solo, como un niño.

¿Nos columpiamos juntos?


 

2 comentarios:

Deja tu comentario sincero sobre lo que te ha parecido el relato. Lo leeré con mucha atención. Gracias.

LA TÉNUE LUZ DEL ALBA

La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...