El despertador sonó y tras
apagarlo me metí en la ducha. Desnudo y somnoliento todavía, me dirigí a la
cocina buscando la mejor manera de despertar mi mente. Café, un buen café
recién hecho, humeante, aromático, intenso. Me gusta prepararlo dejando que infusione
lentamente, inspirando el olor que desprende cuando las gotas de agua hirviendo
caen sobre la cuna de café recién molido. Creo que me tomaré dos tazas.
¿Quieres una?
Creo que te faltó un ingrediente...la canela
ResponderEliminarLa canela, esa infravalorada especia, siempre bienvenida.
EliminarPues le da un gusto exótico al café
ResponderEliminarSoy plenamente consciente de sus propiedades.
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