Ansiosa, pruebas el cuero antes de
sentirlo sobre tu propia piel. Olor intenso y oscuro, el de la fusta humedecida
por tus labios, que te hace salivar, deseosa de que el juego comience cuanto
antes. Descamisado ante ti estoy, mientras permaneces maniatada con la seda de
mi corbata, sereno y dispuesto a proporcionarte el más profundo de los
placeres. Tus senos erizan su piel y muestran sus tostados botones que se alzan
impertinentes sobre tus redondas copas. Instintivamente, separas tus muslos y
ofreces tus nalgas, adivinándose entre ellos el brillo que deja tu excitación
sobre la sonrosada piel de tus rincones. Señorita, que comience la función!!!
Ya el ensayo apunta una buena función y me parece muy seductor y original el detalle de la corbata
ResponderEliminarEl ensayo siempre deja entrever lo que puede suceder a continuación. Muchísimas gracias.
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