Tú eres mi pensamiento sucio favorito.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Tú eres mi pensamiento sucio favorito.
Y con mi fantasía en la ducha disfruté.
Agua que recorre mi cuerpo acariciando todos mis rincones, como si
de tus manos se tratara.
Humedad caliente, sexo erguido, placer latente.
Mujer de oscuras intenciones, no perturbes la paz de mis
tranquilos diablillos o probarás la ira de mis lujuriosos demonios.
Fuerza y calor, dureza y brasas, placer y esplendor.
Te pedí autorización, y tus ojos aceptaron.
Y al tercer orgasmo suplicaste clemencia, apelando a la paz de tu
entrepierna.
Intensa sesión se prevé, de máximo placer y sublime goce, acorde
con la sincera entrega y la confianza plena.
A mediodía, siempre me gustó comer caliente, aún a riesgo de
quemarme la lengua.
La belleza de tu cuerpo,
las arrugas de las sábanas,
el avanzar de tus ganas
y el veneno de tu piel,
por más que lo niegues ven,
mi calor te quiere bien,
dame tu placer ¿Mañana?
Tu goce lo quiero al alba,
dame tu carne y tu verbo
antes de que salga el sol.
Besos invertidos,
placeres imposibles,
caricias indecibles,
orgasmos compartidos.
Infinito placer en la infinity pool, besa mi boca, ignora el
horizonte, busca saciarte de tu ansiado placer.
Tras el placer vino el hambre, pues el deseo no cedió. Y con los
cuerpos calientes y los sexos encendidos, seguimos amándonos sobre la encimera
de la cocina, saciando nuestros instintos a golpes de cadera, con los estómagos
vacíos y las entrepiernas satisfechas, hasta alcanzar el Nirvana.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...