Sólo quería darte los buenos días cuando tus ojos me pidieron que
te diera un buen amanecer.
Imposible no complacerte, como caballero, como varón, como hombre.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Sólo quería darte los buenos días cuando tus ojos me pidieron que
te diera un buen amanecer.
Imposible no complacerte, como caballero, como varón, como hombre.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
El romanticismo aparece entre tus palabras, con estilo y sutileza. Preciosa canción también...
ResponderEliminarMuchas gracias. La caballerosidad se impone.
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