No es empujar, es acompañar.
No es someter, es supervisar.
No es utilizar, es compartir.
No es empotrar, es satisfacer.
Es tu placer.
Es mi gozo.
Es tu clímax.
Es mi todo.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
No es empujar, es acompañar.
No es someter, es supervisar.
No es utilizar, es compartir.
No es empotrar, es satisfacer.
Es tu placer.
Es mi gozo.
Es tu clímax.
Es mi todo.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
Le has dado un bonito sentido a tan pasional momento...
ResponderEliminarMuchas gracias, lo he intentado.
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