Retomando mis pensamientos sobre los maravillosos dedos, qué mejor
caricia que la que estos nos hacen en la mente, ¿no crees?
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Retomando mis pensamientos sobre los maravillosos dedos, qué mejor
caricia que la que estos nos hacen en la mente, ¿no crees?
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
Caricias que trascienden y hacen conspirar a la mente...
ResponderEliminarEsa mente siempre alerta.
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