Somnoliento, al amanecer, por la
entregada noche, sentí unos golpecitos en lo más sensible de mi intimidad. La
luz se colaba entre las rendijas de la persiana, pero disfrutaba de esa
tranquilidad. En ese duermevela fui consciente de la reacción de mi cuerpo,
pero ¿Y los golpes? No sabía si lo sentía o si lo soñaba, hasta que fui
consciente de lo que realmente ocurría. Debiste quedarte con ganas de más. No
articulamos palabra pues nuestros ojos lo dijeron todo. Los cuerpos despertaron
hambrientos. Dejaremos el café para más tarde ¿Puedes esperar?
Creo que hay formas más excitantes de despertar 🤦🏻 jajaja
ResponderEliminarSin ninguna duda, jajajaja.
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