Tórrido amanecer disfrutamos el uno sobre el
otro, el otro sobre el uno. El ímpetu de la pasión nos hizo rodar. Ups!! Caímos
de la cama, pero el edredón amortiguó mi golpe, y yo el tuyo. Por tu forma de
mirarme y de mover las caderas creo que te apetece seguir. ¿Repetimos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario sincero sobre lo que te ha parecido el relato. Lo leeré con mucha atención. Gracias.