Beso la piel que voy a lamer.
Muerdo la carne que quiero comer.
Carnal banquete que saciará el atroz hambre que, entre los dos,
aparece al roce de nuestro ser.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Beso la piel que voy a lamer.
Muerdo la carne que quiero comer.
Carnal banquete que saciará el atroz hambre que, entre los dos,
aparece al roce de nuestro ser.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
Suculento banquete...
ResponderEliminarJugoso y sabroso.
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