Hay paisajes imposibles, que recuerdan, que sugieren, que evocan,
que adivinan lo que mi piel siente, lo que mi memoria nubla, lo que mi nariz
respira, lo que mis ojos añoran. Hay playas vírgenes y montes de Venus.
Nada es lo que parece, pues hasta el más romántico de los hombres tiene su lado oscuro.
Hay paisajes imposibles, que recuerdan, que sugieren, que evocan,
que adivinan lo que mi piel siente, lo que mi memoria nubla, lo que mi nariz
respira, lo que mis ojos añoran. Hay playas vírgenes y montes de Venus.
La ténue luz del alba se colaba entre las cortinas reflejando bellas sombras sobre nuestros cuerpos desnudos. Todavía dormías, como un áng...
La mente imagina lo que el deseo apremia...
ResponderEliminarPoderoso placer el que la mente imagina.
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